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Ruente es un municipio y localidad de la comunidad autónoma de Cantabria (España). Es uno de los tres municipios que forman el valle de Cabuérniga, situado en la zona occidental de la comunidad, dentro de la comarca de Saja-Nansa. Limita al norte con los municipios de Valdáliga y Cabezón de la Sal, al sur con Cabuérniga y Los Tojos, al oeste con Cabuérniga y al este con Cieza. La cabecera municipal es la localidad de Ruente, situada en una vega junto al nacimiento de la Fuentona. Esta dista siete kilómetros de Cabezón de la Sal y cincuenta y dos kilómetros de la capital autonómica, Santander. El ayuntamiento se compone de cuatro localidades: Ucieda, Ruente, Barcenillas y Lamiña, las tres primeras se sitúan en la vega de los ríos Saja y los Vados, una zona especialmente plana dedicada a prados de siega y tierras de cultivo. La cuarta se ubica en un rellano elevado sobre el valle. En el resto del territorio predominan los relieves alomados, ocupados en sus partes medias por masas forestales con un alto grado de naturalidad como los bosques de Monte Aá y el monte Río de los Vados, y en sus partes altas por brañas. Los márgenes del término municipal están bordeados por una hilera montañosa de entre quinientos y novecientos metros de altitud, cuyas altitudes más notorias son La Pedraje (850,9 m) al noroeste, el alto de El Toral (897 m) al oeste, el alto de La Nogaleda (880,7 m) al sur y el alto de Espinera o Tordías (967,1 m) al sureste. Este último es el punto más elevado del término y donde coinciden los municipios de Ruente, Cabuérniga, Cieza y Arenas de Iguña. El punto más bajo, algo inferior a los 170 metros, se encuentra en la salida del río Saja hacia Cabezón de la Sal. La totalidad de su territorio está incluido en la Reserva regional de caza Saja y el 40,17 % forma parte del Parque natural del Saja-Besaya. Las casas llanas de estilo renacentista y las casas y casonas montañesas, componen la mayor parte del patrimonio arquitectónico municipal, complementado por algunas construcciones de estilo gótico y neoclásico. De todas ellas, la Casona de la Canal y el Palacio de Mier aparecen incluidas en el Inventario General del patrimonio Cultural de Cantabria. Toponimia Por otra parte, el topónimo ha seguido evolucionando de la mano de la colonización española de América. Ruende, brazo del río Apure que transcurre muy próximo a la población de San Fernando de Apure, debe su nombre a Ruente, como así ha demostrado Oldman Botello quien asegura que tal denominación no existía antes de que gentes naturales de Ruente llegasen e ese lugar.4 Gentilicio
Escudo heráldico de Ruente. Geografía Ubicación Por su parte la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga se sitúa en la cabecera del río Saja, en el extremo sur del valle. Linda por el norte con los municipios de Cabuérniga y Los Tojos, por el sur con la Hermandad de Campoo de Suso, por el este nuevamente con Los Tojos y por el oeste con Tudanca y Polaciones.11 Compass rose pale.svg Valdáliga Valdáliga y Cabezón de la Sal Mazcuerras Compass rose pale.svg Relieve e hidrología De norte a sur, el municipio queda definido por tres unidades de relieve. La primera unidad, situada en la parte más septentrional, es la sierra del Escudo de Cabuérniga, donde se encuentran los materiales más antiguos. Se trata de una línea prácticamente recta que tiene continuación al este y oeste, hacia donde gana altura. La ladera sur de la sierra, inscrita dentro del ayuntamiento, comienza con pendientes poco pronunciadas producidas por la erosión del río Monte Aa. En este espacio se desarrolla una de las masas forestales más importantes del valle, el cagigal de Monte Aa. Continuando hacia el este a través del monte de Araos, Zarzoso y Raleo es el río Saja quien desarrolla su actividad erosiva rebasando finalmente la sierra en la Hoz de Santa Lucía, en el extremo oriental del municipio. En este segundo tramo las pendientes son progresivamente más pronunciadas, salpicadas de pequeños escarpes rocosos donde afloran las areniscas y lutitas triásicas.13 La segunda unidad de relieve, en esta descripción hacia el sur, la conforma la vega del río Saja. Una llanura de río trenzado con forma de elipse que tiene su máxima amplitud en la mies del pueblo de Ruente. Este espacio se carateriza por su planicie, dedicada a tierra de cultivo y prados de siega. Destacan aquí los cierres de las fincas con muretes de piedra a canto seco, acompañados con frecuencia de un cortejo arbustivo de avellanos, espinos, fresnos y saúcos. En esta vega se encuentran también los pueblos de Barcenillas, Ruente y Ucieda.14 Finalmente, la tercera unida de relieve es la transición desde el fondo del valle a los relieves que cierran el municipio por el sur y el este. Se trata de laderas tendidas donde se encajan porgesivamente los ríos Bayones y Barcenillas. Este espacio de transición ocupa la mayor parte del término municipal y es la zona de mayor grado de naturalidad. Aquí se encuentra la mayor masa forestal del ayuntamiento, el Monte Río Los Vados, que ocupa la práctica totalidad de la cuenta del Bayones. En la cuenca del río Barcenillas y el monte de Jaedo, mucho menos arboladas, predominan los pastizales de montaña y las landas atlánticas formada por escajos y brezos.15 Los márgenes del territorio municipal están bordeados por una hilera montañosa de entre quinientos y novecientos metros de altitud, cuyas altitudes más notorias son La Pedraje (850,9 m) al noroeste, el alto de El Toral (897 m) al oeste, el alto de La Nogaleda (880,7 m) al sur y el alto de Espinera o Tordías (967,1 m) al sureste. Este último es el punto más elevado del municipio y donde coinciden los municipios de Ruente, Valle de Cabuérniga, Cieza y Arenas de Iguña.11 Clima Efecto Fohen en la Sierra de El Escudo de Cabuérniga Los principales rasgos del municipio a nivel general son unos inviernos suaves y veranos frescos, sin cambios bruscos estacionales, siendo la diferencia entre el invierno y el verano de unos once o doce grados. El aire es húmedo con abundante nubosidad y las precipitaciones son frecuentes en todas las estaciones del año, alcanzando una media anual en torno a los mil doscientos milímetros, con escasos valores excepcionales a lo largo del año.17 18 Las características de la Sierra del Escudo, con altituras entre quinientos y mil doscientos metros sobre el nivel del mar que separan el municipio de la zona costera, hace posible fenómenos típicos como los de fachada y abrigo (Efecto Föhn) que modifican la circulación de las masas húmedas ocasionando sombras de precipitaciones. Así mismo, en estas zonas de altitud, el clima se recrudece experimentando menores temperaturas y precipitaciones ligeramente superiores. [ocultar]Gnome-weather-few-clouds.svg Parámetros climáticos promedio de Ruente WPTC Meteo task force.svg Naturaleza Ruente pertenece al subsector Ovetense, por lo que su flora tiene cierta afinidad con la presente en territorios más occidentales. Esta subdivisión se caracteriza por albergar algunos endemismos noroccidentales de la Península Ibérica ligados a suelos pobres, como la Erica mackaiana, la Linaria triornithophora o la Omphalodes nitida. El origen de estas especies termófilas se encuentra en los refugios templados presentes en la región durante la última glaciación. Tienen también gran importancia los elementos de distribución subatlántica como el roble melojo (Quercus pyrenaica).22 La mayor parte del territorio municipal se encuentra en el piso bioclimático colino. En él, predomina la vegetación de zonas bajas y climáticamente favorables, como el robledal de Quercus robur, actualmente en fase de colonización por el haya (Fagus sylvatica), así como los característicos tojales y brezales. También son habituales en este piso los prado y pastizal, que ocupan una extensa superficie en las vegas y laderas poco inclinadas, así como los bosques mixtos de ribera, con un notable desarrollo en el cauce del río Saja y sus tributarios.23 Las zonas más elevadas de la sierra del Escudo de Cabuérniga y del monte Río de los Vados, por encima de los seiscientos metros de altitud, pertenecen al piso bioclimático montano, siendo un buen bioindicador de este la presencia del roble albar (Quercus petraea) o los híbridos de este con la cajiga (Q. robur).23 Los ecosistemas más relevantes del municipio son el resultado de la combinación entre las características naturales del territorio y la actividad antrópica, ejercida por la población durante siglos. Originariamente, el territorio municipal estaba definido por dos ecosistemas principales: El bosque caducifolio, que se extendía desde el fondo del valle hasta los cordales que limitan el municipio; y el río Saja y sus afluentes, que daban un marcado carácter ribereño con hábitats ligados a los cursos de agua. La modificación humana de estos ecosistemas ha originado una importante extensión de praderías en el fondo del valle y brezales en los montes y laderas desarboladas. Estos dos hábitats de origen antrópico, considerados esencialmente etapas de degradación de los bosques caducifolios, aportan una considerable diversidad paisajística y ecológica en el municipio.24 Vegetación ligada a los cursos de agua Las orillas de La Fuentona están flanqueadas por cañaverales de espadaña (Typha latifolia), acompañada de cárice péndulo (Carex pendula), mastuerzo de río (Cardamine raphanifolia), apio acuático (Apium nodiflorum), berro (Nasturtium officinale), epilobio (Epilobium hirsutum), menta acuática (Mentha aquatica) y salicaria (Lythrum salicaria); mientras que las poblaciones de lenteja de agua (Lemna minor) y estreya de agua (Callitriche stagnalis) oupan los remansos de los arroyos y zonas encharcadas.25 Las zonas de arenas, gravas y cantos, fuertemente removidas durante las crecidas, son el hábitat idóneo para que prospere la canabina (Eupatorium cannabinum), la persicaria (Persicaria maculosa), el cenizo (Chenopodium album), la jabonera (Saponaria officinalis), el mercurial (Mercurialis annua), la menta de lobo (Lycopus europaeus), la impatiens (Impatiens glandulifera), el galeópside (Galeopsis tetrahit), la cardincha (Dipsacus fullonum), el gordolobo (Verbascum thapsus), la manzanilla bastarda (Anthemis arvensis), la bardana (Arctium minus) o el poleo (Mentha longifolia).26 En los taludes inundables del Saja se encuentran las salcedas arbustivas, donde predomina el sauce angustifolio (salix eleagnos) y, en menor medida, el púrpura (S. purpurea)., abrazados por plantas trepadoras como la hierva del pordiosero (Clematis vitalba), el lúpulo (Humulus lupulus), las zarzas (Rubus ulmifolius), el escaramujo (Rosa canina), la madreselva (Lonicera perichymenum) y la campanilla mayor (Calystegia sepium).27 En los lugares menos expuestos a las crecidas, se desarrolla el bosque de ribera, con especies com los sauces (Salix atrocinerea, S. ealeagnos y S. caprea), alisos (Alnus glutinosa), fresnos (Fraxinus excelsior), arces (Acer campestre), olmos (Ulmus glabra), chopos (Populus nigra), abedules (Betula pubescens) y hasta robles (Quercus robur), castaños (Castanea sativa) o hayas (Fagus sylvatica). El estrato arbustivo lo componene avellanos (Corylus avellana), cornejos (Cornus sanguinea), majuelos (Crataegus monogyna), saucos (Sambucus nigra); mientras que en el herbáceo predominan los helechos (Dryopteris dilatata, Dryopteris filix-mas, Blechnum spicant, Osmunda regalis), acompañados de primaveras (Primula vulgaris, P. veris), consuledas menores (Symphytum tuberosum), ortigas rojas (Lamium purpureum), pulmonarias (Pulmonaria longifolia), orejas de monte (Saxifraga hirsuta) o androsemos (Hypericum androsaemum).28 Prados y pastizales Brezales y escajales Las ericáceas, como la brecina (Calluna vulgaris), los brezos (Erica vagans, E. mackaiana, E. cinerea) y el brezo cantábrico (Dadoecia cantabrica) —quzás el más representativo de los brezales ibéricos— son las especies dominantes en los brezales de Ruente. A ellas se asocian escajos (Ulex gallii, U. europaeus), que son las plantas más características de los motes deforestados. Otras plantas como la lechera (Polygala vulgaris), la carrasquilla azul (Glandora prostrata), el cardo del brezal (Cirsium filipendulum), la hierba de los tintoreros (Serratula tinctoria), la satirión real (Dactylorhiza maculata), diversas gramíneas (Agrostis curtisii, Arrhenatherum thorei, Molinia caerulea, Pseudarrhenatherum longifolium) y alguna umbelífera (Laserpitium prutenicum). Entre los brezales, a menudo con porte arbustivo, se encuentra el tocio (Quercus pyrenaica) que constituye la primera fase de transformación natural del brezal en bosque, una vez cesan los incendios.30 Bosques Hayas y cajigas en el Monte Ucieda Los bosques mixtos de roble y haya son las formaciones arboladas más características. En ellos la cagida (Quercus robur) es la especie dominante, mientras que el haya (Fagus sylvatica) llega a serlo solamente donde la presión ganadera es menos intensa. Bajo la cobertura de estos, progresan otras especies arbóreas como el acebo (Ilex aquifolium), el sauce ceniciento (Salix atrocinerea), el peral silvestre (Pyrus cordata), el avellano (Corylus avellana), el arraclán (Rhamnus frangula), el majuelo (Crataegus monogyna) y el manzano silvestre (Malus sylvestris) que normalmente no superan los 15 metros de altura.33 En Monte Aá existe una parcela de veinte hectáreas destinada a la producción de bellota para la mejora genética de otros robledales. El estrata herbáceo varía enormemente en función de la composición del dosel forestal, las características del suelo y el uso humano del bosque. En las zonas de predominio del roble, hay un densos sotobosque de helechos (Pteridium aquilinum, Blechnum spicant, Dryopteris filix-mas, D. dilatata), escajos (Ulex gallii), brezos (Erica vagans, E. cinerea, Calluna vulgaris) y hierbas como el melampiro (Melampyrum pratense) o el escordio bastardo (Teucrium scorodonia); mientras que en los dominios del haya, el sotobosque es muy escaso, formado prácticamente solo por acebos y plantas humbrófilas como la acederilla (Oxalis acetosella) o la anémona de bosque (Anemone nemorosa). La flora herbácea de los bosques intensamente pastados se compone básicamente de gramíneas cespitosas (Festuca pratensis, F. rubra, Agrostis canina, Deschampsia flexuosa, Anthoxanthum odoratum, Hordelymus europaeus, Brachypodium pinnatum), algunos helechos (Pteridium aquilinum) y escajos (Ulax gallii, U. europaeus).34 Recursos naturales Trece de los árboles declarados singulares por el Gobierno de Cantabria se encuentran en el municipio. Uno en Ruente, el Arriaga con el número 26, muy cerca del mítico Cajigu Cubilón; y el resto en Ucieda. Seis robles: El roble de Canalejas (n.º 9), el Tumbado (n.º 30), el Joven (n.º 34), el Viejo (n.º 35), el roble Gordo (n.º 36) y el de Buzalgroso (n.º 38); tres hayas: El de Bujilices (n.º 18), la Escampauca (n.º 29) y el de Cotera Pumar (n.º 31); un pino de monterrey (n.º 127) y una tuya (n.º 128).36 Desde marzo de dos mil seis, el municipio cuenta con un helipuerto que sirve de base a un helicóptero y una brigada forestal dedicados principalmente a la lucha contra incendios.37
Nacimiento de la Fuentona en Ruente Sus intermitencias ya fueron citadas en 1849 por Pascual Madoz quien habló de «una fuente que nace en la población con tal abundancia que sin dificultad supera a las que dan origen al caudaloso Ebro; esa fuente tiene la particularidad de secarse por periodos de 1/2, 1 ó 2 horas, volviend luego a brotar con la misma fuerza de ordinario»; aunque el conocimiento de su comportamiento se remonta mucho tiempo atrás, pues en 1864 Amalio Maestre aseguraba que el «fenómeno se tiene observado desde una antigüedad muy remota».40 Fruto del extraño comportamiento del caudal han surgido infinidad de historias y leyendas en torno a La Fuentona. Alguna de ellas ha sido recogida por escritores como Manuel Llano y Juan Sierra Pando. Cuenta la leyenda que en el interior de la gruta vive una anjana que guarda el tesoro de los templarios.41 Historia Prehistoria Edad Media Pero en el siglo viii, las aceifas sarracenas al norte del Duero impulsaron a numerosos mozárabes a huir a las montañas astur-cántabras. La afluencia de foráneos se incrementó en el transcurso del siglo en lo que parece una deliberada política de poblamiento efectuada por la monarquía astur en toda la región. Para entonces, en el territorio que hoy ocupa el municipio de Ruente y en todo el valle, hacía tiempo que, a la caza y recolección de alimentos le acompañaba la práctica de la agricultura itinerante asociada al pastoreo. La antigua organización tribal también había experimentado cambios, excindiéndose en clanes o «gentilias», aunque conservando sus lazos con el tronco tribal común. Cada clan ocupaba y roturaba un terreno que cultivaba hasta que dejaba de ser fértil, momento en que se transladaba a otro lugar próximo para realizar nuevas roturaciones mientras que el terrenos abandonado servía de pasto para el ganado. Inicialmente, las gentes procedentes del norte de la meseta, se adaptaron a esta realidad social integrándose en la organización en clanes, pero el incremento de la afluencia forastera trajo consigo otras formas de organización social, económica, cultural e incluso política que se irían asimilándo en los siglos siguientes.46 Hasta la fijación de los núcleos de población en el fondo del valle a finales de la Alta Edad Media, el poblamiento de la zona que hoy comprende el municipio era de carácter itinerante, ligado a la actividad silvopastoril. Testimonio de este tipo de poblamiento es el núcleo abandonado de Las Rozas, en el monte Río de los Vados, que permaneció en uso hasta la consolidación definitiva de los núcleos del valle en torno al siglo xviii. Durante este tiempo las viviendas se levantaban con madera y restos vegetales para las cubiertas mientras que las construcciones más sólidas estaban vinculadas a edificios religiosos o defensivos.47 Según la historiadora Virginia Calvente Iglesias, el desencadenante de las aldeas que hoy componen el municipio de Ruente se encuentra en el contacto, a partir del siglo IX, de una población lugareña apenas romanizada, organizada en clanes y otra mozárabe procedente de la meseta y portadora de planteamientos gótico-cristiano. Este aumento de población unido a la nueva cosmovisión mozárabe facilitó los primeros asentamientos así como el lento surgimiento de la propiedad privada en detrimento de la comunitaria. Durante varios siglos convivieron en el valle de Ucieda tres tipos de propiedad: la comunal, la grupal y la familiar.48 La primera referencia escrita de los asentamientos actuales se encuentra en el cartulario de Covarrubias, que en el año 978 sitúa la ermita de San fructoso de Lamiña en Kaor-nega (Cabuérniga).n 1 Excavaciones arqueológicas modernas han documentado varias construcciones anexas al edificio actual, que probablemente corresponden al antiguo Monasterio de San Fructuosos de Lamiña.49 Así mismo, en el año 1085 aparece constancia del monasterio de Santa María de Ucieda, posteriormente nombrado como «Santa María de la Fuente», «Santa María de la Ruente» y finalmente como «Santa María de Ruente». A pesar de que sus iglesias aparecen vinculadas al monasterio de Cardeña y otros señoríos eclesiásticos, la mayor parte de los vecinos eran de behetría. Con el paso de los años, acabarían rindiendo vasallaje a la casa de la Vega, lo mismo que los vecinos de Cabuérniga. La consolidación del poder señorial entra en pugna con el pueblo que funcionaba por el sistema concejil, fruto de estos roces los valles de Cabuérniga y Osieda (Ucieda) junto con otros más inician en 1440 el pleito viejo contra la casa de Vega.3 El proceso se alargará hasta 1444 fecha en la que Juan II falla en favor del Marqués de Santillana con lo que los lugareños no logran sus aspiraciones. En cuanto a la organización territorial, los Valles de Cabuérniga y Ucieda aparecen desde un principio como entidades civiles diferenciadas e independientes entre sí. Al primero pertenecían Barcenillas y Lamiña y al segundo los concejos de Ruente y Ucieda. Esta organización territorial perduró así, por lo menos hasta el año 1497 fecha de la concordia celebrada en Bárcena Mayor por los representantes de Campoo, Cabuérniga y Ucieda para formalizar el aprovechamiento forestal y ganadero en la mancomunidad de Campoo-Cabuérniga. Edad Moderna En 1669, se levanta la ermita de San Roque en el lugar de Jismana (Gismana), gracias a las aportaciones de Juan de Terán, natural de Ruente. El pórtico de la ermita se usa como escuela, aunque la falta de fondos causada por una mala gestión hace que durante varios periodos no haya clases. En 1752 aisiten a la escuela 18 niños y en 1844 lo hacen 29 ñinos y 4 niñas.50 El 23 de mayo de 1743, Ruente forma junto a los concejos de Cabuérniga, Los Tojos y los pueblos altos del marquesado de Campoo de Suso una mancomunidad para el disfrute y aprovechamiento de los montes públicos y terreno deslindado en la cabecera del valle. La constitución de esta mancomunidad pone fina a los pleitos entablados entre los vecinos de cabuérniga y los habitantes del marquesado de Campoo de Suso con motivo de la Concordia de 1497.51 En 1819 el Rey conceder a todos los pueblos del Real Valle de Cabuérniga celebrar los días 25, 26 y 27 de septiembre de cada año una feria de ganado en Ruente.52 Entre 1821 y 1842 los concejos de Ruente, Ucieda y Barcenillas forman el Ayuntamiento de Ruente, dependiente en un primer momento del partido judicial de Puentenansa, para pasar en 1834 al de Cabuérniga y finalmente en 1988 del partido judicial de Torrelavega.49 53 Tras la desamortización de Madoz, en 1855 la ermita y portal anexo queda en poder del concejo que intenta continuar con su cometido pese al mal estado del edificio. Tres años más tarde por iniciativa concejil y con el apoyo de la familia de Juan de Terán y la contribución de Manuel González Mier, se levanta una nueva capilla en el mismo sitio que la anterior. De este modo persistió la escuela en el portal anexo a la ermita de San Roque hasta 1902.50 Población y ordenación urbana La población de Ruente durante los siglos viii, xix y la primera mitad del xx se mantiene estable en torno a los 1160 habitantes con un perfil demográfico joven. En 1887 el municipio registra su máximo poblacional con 1211 vecinos repartidos en 331 hogares. Posteriormente sufre una tendencia demográfica descendente que culmina tras alcanzar los 937 habitantes a principios de los año noventa del siglo xx. Desde entonces y hasta finales de siglo comienza una lenta recuperación que alcanza los 955 habitantes en el año dos mil.55 56 57 En la primera década del siglo xxi continúa el aumento de población en todos los pueblos salvo Barcenillas, siendo Ucieda el que más lo nota, pasando de 465 habitantes en el año dos mil a 530 en dos mil diez. Después del dos mil once la población del ayuntamiento se reduce ligeramente hasta los 1016 vecinos censados en dosmil diecinueve. Lamiña es el único pueblo que mantiene su crecimiento tras esa fecha, mientras que Barcenillas se mantiene estable y Ruente y Ucieda se reparten las pérdidas de población.57 58 59 60 61 En el año 2017 se censaron 1031 personas en todo el municipio, con un perfil demográfico más envejecido que el de la región y una tasa de envejecimiento de 20,54 frente al 18,71 regional. La edad media en 2014 era de 46,5 años, siendo ligeramente superior en hombres que en mujeres.
Población según los censos de población del INE.56
Barcenillas58 Lamiña59 Ruente60 Ucieda61 Localidades Barcenillas visto desde la Sierra del Escudo de Cabuérniga
Lamiña vista desde la Sierra del Escudo de Cabuérniga
Puente medieval en Ruente Ucieda Núcleo urbano Casona de la Nogalera y bolera de Ruente De la capital destaca el palacio de Mier, situado en el barrio de Monasterio y declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento el 30 de noviembre de 1992.66 Otras edificaciones destacables son la iglesia de Santa María Magdalena, levantada en el siglo xvii y reformada en 1909; la casona de la Nogalera del siglo xviii y restaurada en 1963; la casona de Cossío y Terán, situada en el barrio de Gismana; y la casa de Esteban González de Linares, erigida en 1886 en un estilo historicista. En la capital se conserva un humilladero del siglo xviii, con una cruz de madera original y relieves que representan varias escenas, como las Ánimas del Purgatorio o Cristo atado a una columna. En esta localidad se encuentra también la surgencia kárstica de la Fuentona de Ruente, catalogada como Punto de Interés Geológico. Cerca hay un puente muy bajo, hecho de mampostería, con nueve arcos de medio punto rebajados. Se cree que es de origen medieval y que formó parte del camino o calzada que atravesaba el valle de Cabuérniga hasta Bárcena Mayor, por donde se pasaba a Reinosa y de ahí a Castilla.
Gismana Monasterio Ruente Diseminado63 Wikimedia | © OpenStreetMap Casa consistorial La casa consistorial está ubicada en la localidad de Ruente (43°15′32″N 4°16′02″O) frente a los jardines, en el barrio de la Nogalea. Anteriormente se encontraba en el barrio de Monasterio. El primer alcalde de Ruente tras las elecciones municipales de 1979 fue Adolfo Linares Saiz, del Partido Socialista de Cantabria, que a su vez era el párroco municipal.70 En noviembre de 1983 la oposición vecinal forzó su dimisión del cargo, que recayó en el número dos de su candidatura, Francisco Gómez que encabezó la corporación hasta 1984.71 En las elecciones de 1984 la alcaldía pasó a manos de Carlos Pérez Molleda, también del PSC y en los comicios de 1987 fue elegido Ángel González Valverde, del Alianza Popular. A este le siguió Avencio Alonso del Partido Socialista de Cantabria quién estuvo en el cargo apenas un año entre 1991 y 1992, fecha en que perdió una moción de censura y formó gobierno Mariano González González del Partido Popular, junto con el Centro Democrático y Social, que ostentó el cargo de alcalde de 1992 a 1995. La siguiente legislatura de 1995 a 1999 estuvo repartida entre Jaime Molleda Balbás (UPCA) que gobernó la primera mitad, y Abel Campuzano (PRC) que gobernó la segunda mitad tras una moción de censura. De 1999 a 2003 de nuevo Jaime Molleda Balbás pero esta vez con el PP. De 2003 a 2007 ostentó el cargo de alcaldesa Alicia Renedo Alonso (PSC-PSOE). En las elecciones de 2007 y hasta 2015 Jaime Molleda vuelve a ser elegido alcalde.72 73 Finalmente en las elecciones de 2015 sale elegido el actual alcalde Jaime Díaz Villegas, cargo que revalidó en la convocatoria de 2019 con mayoría absoluta.74 Las siguientes tablas muestran los resultados de las elecciones municipales celebradas desde 1979.68 Resultados de las elecciones municipales en Ruente75 76 Administración judicial En el juzgado de paz se dirimen las causas civiles y penales menores que afectan a los habitantes del municipio y también desempeña funciones de registro civil. Está servido por un juez no letrado denominado Juez de paz. Este cargo lo ostenta desde 2006 José Antonio Revuelta Moreno.78 79 Esperanza Campuzano Gómez fue la sustituta hasta abril de dos mil diecisiete.80 81 82. El municipio pertenece además al partido judicial de Torrelavega (partido judicial n.º1 de Cantabria), donde se tratan los asuntos civiles y penales de mayor rango.83 Economía Agricultura y ganadería (17 %) La dedicación de la población muestra un equilibrio entre los sectores terciario (42 % de la población) y secundario (41 %). La tasa de ocupación en el sector primario es del 17 %, bastante superior a la media regional. Ganadería y agricultura
Vacuno. Ovino. Caprino.88 Industria y construcción Servicios El municipio cuenta con siete bares y seis bares-restaurantes, la mayoría concentrados en las localidades de Ruente y Ucieda (seis y cinco respectivamente). Muchos de estos establecimientos son especialistas en la preparación de platos de cocina tradicional como el cocido montañés y carne cinegética como el jabalí o el venado (ciervo).89 Igualmente hay una gran oferta de hospedaje, con algo más de una docena de apartamentos, casas rurales o posadas especialmente en las localidades de Ucieda y Ruente.90 Servicios públicos Consultorio médico Bibliotecas Además de la biblioteca municipal, en el barrio de Gismana se encuentra la biblioteca comunitaria El Toju, gestionada por el colectivo Agitación Rural desde su inauguración en el año dos mil seis.96 Cuenta con un fondo de más de 1200 libros, con especial interés en las temáticas sociales y antagonistas, un amplio abanico de revistas y fanzines y varias publicaciones periódicas. La biblioteca está en funcionamiento desde octubre de 2006 en la Casa El Toju.97 Telecentro Patrimonio Palacete de Mier Patrimonio civil Además, la casona de La Canal en Ucieda, es un bien inventariado.101 Se trata de una típica casona montañesa propia del valle, que conserva buena parte de la fábrica de los siglos xvii y xviii. El edificio posee planta rectangular, tejado a dos aguas y dos cuerpos separados por un muro cortavientos, en el que aparece labrado un escudo de armas con cueros recortados. Tiene dos plantas, con solana y soportal. La fachada principal está alzada con piedra de sillería, mientras que los muros laterales están armados con mampostería y rematados en el frente de la fachada principal en piedra de sillería, conformando los muros cortavientos, que poseen en la primera planta una pequeña ménsula labrada.99 Dentro de las casonas de Barcenillas destacan dos casonas señoriales adosadas en la plaza del Cantón –una de ellas del siglo xvi– y la casa de Calderón, (construida a mediados del siglo xviii), de planta rectangular, cubierta a dos aguas, soportal de doble arco, solana de cinco tramos y escudo en la fachada oeste.99 Además de en Barcenillas, con magníficos ejemplos, en los otros pueblos también pueden verse buenas muestras, como la casa Velarde en Lamiña, las casonas de la Nogalera y de Cossío en Ruente o el palacio de Quirós y el palacio de Escagedo en Ucieda, de finales del siglo xvii principios del siglo xviii, destacando este último notablemente, cuya fachada norte es de sillería y tiene cuatro arcadas de medio punto.99 Predecesora de la casona montañesa es la casa llana de los siglos xvi y xvii muchos ejemplos en la localidad de Ruente en especial en el barrio de Gismana y en Ucieda tanto en el barrio de arriba como en el de abajo. Sobre el río de La Fuentona de Ruente, se yergue un puente románico de arenisca. Es de gran estrechez y baja altura y el agua pasa a través de nueve arcos de medio punto,102 103104 105 106 lo que en conjunto le confieren gran originalidad. El puente es a veces descrito como de ocho ojos.107 108 109 110 111 Patrimonio religioso En cuanto a la arquitectura religiosa, destaca la ermita de San Fructuoso situada cercana a la localidad de Lamiña, es un edificio de una nave con capilla mayor cuadrada. La actual edificación data del siglo xvii, aunque ya en el cartulario de Covarrubias (año 978) se menciona la existencia en dicho lugar de un monasterio, (cuyos cimientos y restos de la necrópolis se han hallado en las inmediaciones) convirtiéndolo en uno de los más antiguos de Cantabria.n 1 De la época se conserva en el interior de la ermita un sarcófago prerrománico, decorado con figuras romboidales y esvásticas, cordones de sogueado y motivos vegetales y una pila bautismal también prerrománica en la iglesia del pueblo. La iglesia del pueblo, Nuestra Señora del Rosario de Lamiña, data también del siglo xvii. Se trata de un pequeño templo de una nave con capilla mayor con un retablo del siglo xviii. En u interior alberga una pila bautismal con decoraciones prerrománicas, traída probablemente de la ermita de San Fructuoso. San Sebastián en Barcenillas, es un templo de una nave con capilla mayor cuadrada, con cubierta de crucería, datado a principios del siglo xvii. En la cara sur, tiene una portalada en arco de medio punto con motivos ornamentales labrados. El retablo es del siglo xviii. En Ucieda se encuentra la iglesia de San Julián del siglo xviii, siendo su parte más antigua las bóvedas y la ermita del Moral, de finales del siglo xvii, cuya portada tiene dovelas decoradas. Por último, a lo largo del antiguo camino de los foramontanos puede encontrarse varios humilladeros. Patrimonio cultural Fiesta del cocido en Ucieda Letra: Música y folclore
El cocido montañés, plato más representativo de la gastronomía cántabra. Entre sus platos destaca el tradicional y famoso cocido montañés, realizado con alubias y berzas de la zona, acompañado con el compango de la matanza del cerdo. En cuanto a la repostería, caben destacar platos como la leche frita, las tostás, arroz con leche, la torta o los sacristanes. Deportes En el año dos mil tres el parque automovilístico contaba con 581 vehículos, algo más de un vehículo por cada dos habitantes. Esta cifra ha ido en aumento hasta alcanzar la cifra de 825 vehículos en el año dos mil quince. Lo que supone casi un vehículo por habitante.115 La línea de autobuses Renedo de Cabuerniga-Torrelavega tiene paradas en las localidades de Barcenillas, Ruente y Ucieda. Esta línea es realizada por la empresa Palomera dos veces al día. Localidades hermanadas Iglesia de Saint-Martin, en Savignac Personajes destacados
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